¿POR QUÉ NO ME INTERESA LA HISTORIA?
Aunque para no ponernos pesimistas con la historia, podemos decir que esta se ha construido como disciplina científica en el siglo XIX con su correspondiente método científico. Surgiendo como consecuencia del origen de los nacionalismos en occidente y la necesidad de cada país de explicar sus propios orígenes, enlazando sus raíces en el pasado y construyendo naciones fuertes con un imaginario visual ligado a héroes y mitos que podemos encontrar en escudos y banderas como legitimación histórica de su posición.
Así una vez explicado su nacimiento y cumplida su función principal, deberíamos reflexionar sobre su continuación a lo largo de la historia. En principio debemos recordar que la historia ha sido contada por el bando vencedor, por lo que se pueden reconocer sesgos por el propio autor, su visión, pensamiento e ideología. Estas tendencias han tratado de reconducirse a través de una visión crítica de la historia que pretende ser objetiva a través de métodos científicos deductivos o inductivos.
Pero ¿es todo esto suficiente? ¿Podemos fiarnos de lo que intentan contarnos? Actualmente tanto el propio historiador como la sociedad en general, debería tener una mirada crítica hacia cualquier tipo de información que nos pueda llegar tanto desde la esfera oficial, ya que el vencedor es el que controla el relato como desde cualquier medio privado de comunicación. La información es poder.
La manipulación histórica a beneficio de la fuente ha tenido consecuencias a lo largo de la historia que han direccionado el recorrer de la narrativa actual. Lo cual supone implicaciones principalmente políticas, económicas y sociales entre otras. Por dar un escueto repaso a los sesgos históricos, ya que no hay un gran interés por la historia, podemos nombrar la Leyenda Negra Española. Hito del instrumento propagandístico usado contra la primera potencia del momento España que cala en la Edad Moderna (Rodas 2023, pp. 20-22) y cristaliza en la actualidad con el derribo de estatuas de personajes históricos en América.
Siguiendo con las alteraciones históricas debemos nombrar el revisionismo que actualmente están sufriendo nuestros museos con la retirada de piezas y cambio de carteles que pretende actualmente el gobierno denominándolo la descolonización de los museos. Aunque recientemente estamos expuestos a diversos revisionismos que deben observarse desde una esfera crítica y desvinculada de la política.
Por último, el control histórico más reciente lo observamos a través de unos planes de medidas que el gobierno pretende implementar denominados Plan de Acción por la Democracia. En este el uso de determinadas palabras como Democracia, fango, ultraderecha, pseudomedios o bulos pretenden legitimizar o denostar la información. Utilizando las inversiones para medios que comuniquen la información del gobierno, usando criterios propios sobre lo que se consideran bulos o fake news.
Como conclusión a la reflexión sobre el interés de la historia, está debería entregársele el papel y la gran función que le corresponde, ya que tiene el poder de desarrollar mentes críticas que sepan leer el pasado sin reproducir sus errores y mirar hacia un futuro donde su construcción histórica no esté contada por unos pocos vencedores.
Desiree Aguado
22/09/2024
Referencias:
RODAS, María Dolores (2023), La leyenda Negra española. Subjetividad histórica, Arqueo Times, pp. 20-22.
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